LEV YASHIN

Lev Yashin, nacido en Moscú el 22 de Octubre de 1929, es considerado a día de hoy el mejor portero que jamás se ha visto sobre un campo de fútbol. Con unas cualidades físicas, técnicas y mentales casi insuperables, Yashin fue además un adelantado a su tiempo, creando un estilo de guardameta como no se había visto antes, y que muy pocos porteros han sabido imitar después. Con sus 187 centímetros de estatura, y ochenta y cinco kilos de peso, “La araña negra” fue, nunca mejor dicho, un portero enorme. Completamente vestido de negro, sus largas extremidades y su capacidad para llegar a todos los balones le valieron para ser conocido con ese popular nombre. Yashin aprovechó su corpulencia y su agilidad para convertirse en un pionero en las salidas del área pequeña. Siempre defendió que el portero tenía que ser capaz de ser dueño no sólo de su área, también tenía que imponerse dentro del área grande, ya que tenía la ventaja de poder utilizar sus manos. Nadie como él lo hizo mejor, y le valió para hacerse con un respeto que fue su mejor aliado cuando había que imponerse a los delanteros rivales. En el uno contra uno, decían sus oponentes, lo mejor era “quedarse quietos, dejar que recogiese el balón tranquilamente, y volver a tu posición”, ya que resultaba casi imposible ganarle una sola acción. Bajo palos, pese a su corpachón, Yashin fue un portero felino, de enormes reflejos, que sacaba balones imposibles cuando todo el estadio cantaba ya el gol. Apenas daba opciones a sus rivales con ningún rechace, ya que una de sus mayores virtudes era que blocaba cualquier disparo, por potente que fuese. Fue igualmente de los primeros porteros que se atrevieron a jugar el balón con los pies, fuese dentro o fuera de su área. Con una personalidad increíble, Lev Yashin hizo en su tiempo con toda naturalidad lo que hoy en día no vemos tantas veces como quisiéramos, y suele ser tan arriesgado, eso de que el portero sepa tocar el balón con sus pies casi como un jugador de campo. Servía a su equipo como último defensa, a la hora de defender, y como primer atacante, cuando había que buscar la portería contraria. Por todas esas virtudes, y posiblemente alguna más, “La araña negra” se convirtió, durante los veintiún años que duró su carrera profesional, en el mejor portero de todos los tiempos. Formó una leyenda a su alrededor, y quedó para la Historia del fútbol como el único hombre capaz de “desviar el balón con su mirada”.
Y eso que sus comienzos fueron no como portero de fútbol, sino de hockey sobre hielo. Yashin fue el guardameta del equipo de hockey de la fábrica de herramientas en la que trabajaban sus padres, primero, y él mismo después. Con diecinueve años tuvo la oportunidad de probar con el equipo de fútbol del Dínamo de Moscú, y ya no abandonaría ese club hasta su retirada, en 1971. Cuando Yashin llegó al Dínamo, el equipo moscovita era el vigente campeón de la URSS. En su nuevo club, “La araña negra” se proclamaría campeón de liga en cinco ocasiones (1954, 55, 57, 59 y 63) y de la Copa en tres (1953, 67 y 70). Pero sus mayores logros, y el reconocimiento del mundo entero llegaría con la selección soviética, con la que jugó en 78 ocasiones. Fue convocado para cuatro Mundiales (1958, 62, 66 y 70, aunque en éste último no participó, yendo como tercer portero, ya con 41 años). Igualmente, jugó las Eurocopas de 1960 y 1964, y las Olimpiadas de 1956, 1960 y 1964. En todas las competiciones internacionales en las que participó fue elegido mejor guardameta del torneo. Además, se proclamó campeón de Europa de naciones en 1960, y campeón olímpico en 1956, teniendo en ambas ocasiones actuaciones determinantes para su equipo.
Lev Yashin tiene el privilegio de haber sido el primer portero en recibir el Balón de Oro, galardón que distingue al mejor jugador de Europa. Este hecho se produjo en 1963, y no ha vuelto a suceder nunca más. Ese mismo año fue el portero de la Selección Mundial que se enfrentó a Inglaterra en Wembley con motivo del Centenario de la Football Association inglesa. En el campo, estaban Djalma Santos, Popluhar, Schnellinger, Masopust, Kopa, Law, Di Stéfano, Eusebio, Gento, Seeler, Puskas... Una selección mundial irrepetible... Y bajo palos Yashin hizo un partido irrepetible.
Un año después obtendría con la URSS el subcampeonato de Europa de naciones, después de caer derrotados en Madrid ante la selección española por 2-1. Fue con el famoso gol de Marcelino, uno de los pocos jugadores que han conseguido petrificar en un campo de fútbol al gigantón Yashin. En 1966 viajó a Inglaterra con su selección para la disputa de su tercer Mundial. En los dos primeros, en Suecia 58 y Chile 62, la URSS no había conseguido pasar de cuartos de final. En tierras británicas el combinado soviético alcanzaría las semifinales, y Yashin tendría una actuación estelar durante todo el campeonato. Alemania apeó al cuadro capitaneado por “La araña negra”.
Sería seleccionado con el combinado mundial en otras dos ocasiones. La última, un 6 de Noviembre de de 1968, ya con 39 años, en un partido contra Brasil. Sería este su último partido internacional, y su despedida futbolística a los ojos de todo el mundo. Ese año fue condecorado con la Orden Lenin por su trayectoria, uno de los mayores galardones de la URSS. Pese a su edad, y a haberlo conseguido casi todo, Yashin continuó en su club durante tres temporadas más, hasta 1971. Ese año decidió colgar definitivamente los guantes, y el mundo entero le rindió un emotivo homenaje en el Estadio Lenin, de Moscú, un 27 de Mayo ante más de 100000 espectadores. Pelé, Beckenbauer, Eusebio… todos los más grandes quisieron aquel día estar con el más grande. Posteriormente fue entrenador del Dínamo de Moscú, y técnico de la selección soviética, aunque no tuvo el mismo éxito como entrenador que el que había tenido como futbolista.
La FIFA reconoció sus méritos, e instauró en 1994 el Trofeo “Lev Yashin”, que premia al mejor portero del Campeonato del Mundo de selecciones. El 27 de Diciembre 1999, el periodismo deportivo le eligió como “Mejor Deportista ruso del Siglo XX”. Por desgracia, ambas distinciones se produjeron después de la muerte de Lev Yashin, el 21 de Marzo de 1990, en Moscú, víctima de un cáncer de estómago. Atrás quedaron tardes gloriosas, cargadas de paradas inverosímiles y lecciones magistrales de portería. Decenas de records personales y marcas hoy día todavía no superadas. 255 partidos en 326 partidos de liga. 270 partidos en los que terminó con la portería imbatida. En 1963 encajó 6 goles en 27 partidos de liga, y se estima que detuvo durante su carrera 150 penaltis. Yashin fue el mejor portero de la Historia del fútbol en una época en la que se marcaban muchos más goles que en la actualidad. Los equipos jugaban entonces con dos defensas y cinco delanteros, y dejar la portería a cero no solía ser lo más habitual. Hoy en día, “La araña negra”, con cinco defensas y un estilo de juego mucho más conservador, hubiese batido records de imbatibilidad con más facilidad aún que entonces, por eso su mérito es aún mayor. Después de muchos años, Yashin sigue siendo una referencia, un portero con mayúsculas que aún no ha tenido sucesor.

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